En el número 55 de la Avenida Concha Espina tropezamos con uno de nuestros nuevos restaurantes favoritos en Madrid. Se trata de Chow Chow, inaugurado en el año 2017 y perteneciente al Grupo RanTanPlan, a quienes quizás conozcas por Teckel, Pointer y Pomerania.
El concepto en sí nos resulta apasionante por su fusión japonesa y latinoamericana, que garantiza una verdadera revolución en tu paladar. Así, técnicas e ingredientes propios de la cocina nipona se suceden con otros característicos de Perú o México — la tendencia denominada «Asian Latin Food»—, siempre con productos de primera calidad y con una cuidada atención al detalle.

Y es que en Chow Chow te sentirás como en casa, porque el equipo se asegurará de que así sea, y te guiarán en un viaje gastronómico de lo más singular. Puedes seleccionar una extensa variedad de platos dentro de la carta, que incluye ceviches y crudos, nigiris, rolls… O bien si lo prefieres un menú abierto “sólo válido para glotones sin fronteras”.
Entre las creaciones más suculentas, son varias las propuestas que no puedes (ni querrás) perderte:
Para empezar: gyozas fritas de manitas de cerdo y carne criolla (6 unidades).
Para los más castizos: gunkan de huevo trufado y polvo de jamón.
Para los amantes del raw: ceviche de lubina con chipirón de anzuelo en tempura.
Para los que nunca se cansan del sushi: rolls Dragón rojo (8 piezas de maki de atún con anguila, pepino, aguacate, jalapeño, kabayaki y granada).
Para que no te quedes con hambre: mini burger “japolatina” con chips de camote.
Para golosos: cocktail sólido de maracuyá.

Lo sabemos, solo con leerlo se te hace la boca agua y puede que ya estés pensando incluso en reservar. Y es que esta sinfonía de aromas y sabores se produce en un entorno elegante a la par que urbano, diseñado por el estudio de María Villalón, que te trasladará a las calles de Kyoto. En definitiva, una experiencia perfecta para parejas, grupos de amigos y para foodies que no puedan resistirse a la última tentación madrileña.